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domingo, 13 de julio de 2014

Juan José Saer - biografía

Biografía

Juan José Saer nació el 28 de junio de 1937, en una familia de origen siriolibanés[4] en Serodino, un pueblo ubicado a cuarenta kilómetros al noroeste de la ciudad de Rosario; en el que pasó sus primeros años. Más tarde se trasladó a la capital provincial, donde tomaría contacto con el poeta enterriano Juan L. Ortiz, cuya poesía influiría de manera decisiva en la escritura de Saer, quien reivindicó siempre la obra de Juanele, todavía hoy relativamente desconocida para el gran público.
En 1960 aparece su primer libro de cuentos, En la zona. En 1962 se traslada a Colastiné Norte, un barrio de la ciudad de Santa Fe alejado del centro de la ciudad, más cercano al campo, donde escribiría otros cuatro libros, que fueron apareciendo en los años siguientes: las novelas Responso (1964) y La vuelta completa (1966), ambas de corte existencialista, y los libros de relatos Palo y hueso (1965) y Unidad de lugar (1967). Al mismo tiempo, combinó la escritura con su actividad docente, enseñando Historia del Cine y Crítica y Estética Cinematográfica en la Universidad Nacional del Litoral.[5] Fue precisamente mientras se desempeñaba como docente universitario que obtuvo una beca[6] para ir a París en 1968. En un principio la idea era quedarse por seis meses, pero por circunstancias diversas se quedó de manera definitiva, aunque volvería a la Argentina con frecuencia. Retomaría su actividad docente como profesor de Estética en la Universidad de Rennes, donde dictó clases hasta su retiro en 2002.
La instalación en la capital francesa marca el comienzo de su madurez literaria, ya que a partir de allí publicaría sus obras más célebres: en 1969 aparece su novela Cicatrices, y en 1974 El limonero real, obra en la que Saer trabajó durante años y donde ya aparecen completamente desarrolladas las características de su narrativa: una prosa minuciosa, descriptiva, de oraciones largas y sintaxis cuidada, con una fijación en el detalle y la repetición de la narración de un mismo hecho desde distintos puntos de vista. Un tono similar tiene su novela siguiente, Nadie nada nunca, aparecida en 1980. Por esta época suscitó el interés de la crítica, que convirtió a Saer en un escritor de reconocimiento internacional. En el medio publica otro libro de cuentos, La mayor, en 1976.
Posteriormente atenuaría la experimentación formal, sin por ello abandonar los rasgos distintivos de su escritura. En 1983 aparece El entenado, la primera de tres novelas "históricas", en este caso ambientada en el siglo XVI, es el relato de un grumete que es capturado por indígenas antropófagos, con los que convive durante diez años. En 1985 publica Glosa, considerada su mejor novela.
En 1987 aparece La ocasión, otra novela histórica, esta vez situada en el siglo XIX, y en 1992 Lo imborrable, que retoma personajes que habían aparecido en novelas anteriores (La vuelta completa, Nadie nada nunca, Glosa). Por esos años aparece su "tratado imaginario" El río sin orillas, texto híbrido entre ficción, ensayo e historia. En 1994 incursiona en el género policial con La pesquisa, y tres años después aparece Las nubes, novela histórica escrita a partir de un texto que encuentran los protagonistas de su novela anterior. El mismo año aparece El concepto de ficción, volumen de ensayos. En 2000 aparece el último libro que alcanzó a publicar en vida, el libro de cuentos Lugar. Al año siguiente Seix Barral publica sus Cuentos completos en orden inverso, desde los más recientes hasta los primeros, con cuatro relatos inéditos hasta entonces en libro, escritos en los años 60, por la época de En la zona.
Falleció el 11 de junio de 2005, dos semanas antes de cumplir 68 años, a causa de un cáncer de pulmón, y fue sepultado en el Cementerio de Pere-Lachaise.[7] Dejó casi terminada una novela, La grande, la más extensa y la primera que publicaría en ocho años, y que terminó apareciendo póstumamente, junto con Trabajos, una recopilación de artículos literarios escritos para la prensa. Además de estos dos libros, han ido apareciendo borradores y textos diversos recogidos bajo el título Papeles de trabajo y Poemas.

Obra

Ignorado durante gran parte de su vida creadora, con un programa narrativo riguroso y solitario que lo hizo escribir de espaldas a fenómenos editoriales como el boom latinoamericano (al que desdeñó), la obra de Saer ha obtenido, a partir de los años ochenta sobre todo, el reconocimiento de la crítica especializada, tanto en Argentina como en Europa.[5]
Su obra abarca doce novelas, cinco libros de cuentos, cuatro de ensayos y uno de poemas. La publicación de sus cuentos completos permitió incluir un sexto libro de relatos, armado para la ocasión con tres textos que habían aparecido en revistas o diarios y uno inédito.
Junto con Juan Carlos Onetti, Saer es el escritor rioplatense que más evidencia la influencia de William Faulkner, especialmente en la creación de un espacio ficcional donde transcurren varias de sus obras y reaparecen varios personajes (el condado de Yoknapatawpha en el caso de Faulkner; la ciudad de Santa Fe y la región del Litoral en el caso de Saer). Asimismo, Saer también toma del norteamericano la prosa trabajada, de oraciones largas, y el trabajo con los puntos de vista, combinándolo con detalladas descripciones de los lugares y la acción narratva, esto último influencia de sus lecturas poéticas, especialmente de Juan L. Ortiz, a quien Saer consideraba "el más grande poeta argentino del siglo XX".[8]
El cine no se mantuvo ajeno a su actividad: además de desempeñarse como docente en el Instituto de Cinematografia de la Universidad del Litoral, escribió dos guiones cinematográficos: Palo y hueso, película dirigida por Nicolás Sarquis basada en un cuento suyo (1968), y Las veredas de Saturno (1985), rodada por Hugo Santiago, esta vez en coautoría.[9]
La siguiente lista contiene una breve sinopsis de cada uno de sus libros:
  • En la zona (1960): primer volumen de cuentos de matiz decididamente borgeano: es la «canción de gesta de los cuchilleros», pero en torno a marginales del puerto santafesino. Ya se vislumbra sin embargo la ciudad como topos privilegiado de su narrativa. Saer renegó un poco de este libro y es cierto que es todavía inmaduro. Pero (señala la crítica) tiene el mérito de anunciar todo su «programa» en el último cuento del volumen, Algo se aproxima.
  • Responso (1964): primera novela de la serie. Un bautismo de fuego bastante bien logrado, con un trabajo narrativo más bien clásico.
  • Palo y hueso (1965): este segundo volumen de cuentos sigue todavía como laboratorio en la búsqueda de la forma propia. Un cuento, Por la vuelta, anticipa su segunda novela.
  • La vuelta completa (1966): la segunda novela más extensa después de La grande. De filiación existencialista, a pesar de sus defectos de composición ya se percibe el estilo más tarde desarrollado por Saer en el trabajo con el tiempo y los puntos de vista de los dos narradores, que alcanzaría su punto más radical en El limonero real y Nadie nada nunca.
  • Unidad de lugar (1967): primeros cuentos ya maduros, digamos en el «estilo Saer».
  • Cicatrices (1969): cuatro historias narradas por cuatro protagonistas de cuatro capítulos diferentes que giran en torno a un hecho común: un obrero metalúrgico que mata a su esposa el día del trabajador. El telón de fondo de la historia lo constituye el fantasma del peronismo proscripto. La crítica la considera su primera novela madura.
  • El limonero real (1974): ambientada en las afueras de Santa Fe, en el pueblo isleño de Colastiné, esta novela es quizás la más radical y la más ambiciosa de su obra. Saer tardó nueve años en escribirla. La anécdota es mínima: se narran los sucesos del último día del año en la vida de unos isleños. La filiación con Joyce es clara y está trabajada de manera minuciosa.
  • La mayor (1976): el relato que da título al volumen se encuentra entre lo más radical de su obra. Prosigue, hasta fines insospechados, su experimentación con la anécdota mínima y una prosa que se sostiene sólo por el ritmo. Los acontecimientos se borran de la trama narrativa. Diálogo polémico-poético con Proust.
  • El arte de narrar: poemas, 1960/1975 (1977)
  • Nadie nada nunca (1980): en la estela de las dos narraciones anteriores y también ambientada en Colastiné. Trabajado juego con los puntos de vista, se narra lo mismo, una y otra vez, desde la perspectiva de distintos personajes. La dictadura militar argentina es un telón de fondo discreto de la «acción» (porque en realidad no pasa casi nada) de la novela, en un ambiente enrarecido y oprimente. Publicada sin repercusión alguna el mismo año que Respiración artificial, primera novela de Ricardo Piglia, Nadie nada nunca es una de las cimas de la experimentación saeriana con la trama narrativa.
  • El entenado (1983): primera de tres novelas "históricas", no por serlo en un sentido estricto del término sino por estar situadas en un tiempo lejano al que transcurren sus otras novelas. Ambientada durante la conquista de América, El entenado cuenta la historia de un grumete que vivió diez años entre los indios colastinés y volvió a Europa para escribir sus memorias. La prosa es impecable y, si bien se vuelve a un tipo de narración más inteligible, esta novela es un exquisito diálogo con los relatos de crónicas de viaje y, a su modo, constituye el mito de origen del espacio geográfico saeriano y, por ende, de su misma obra.
  • Glosa (1985): para algunos críticos, su mejor novela. Dos personajes caminan durante veintiuna cuadras por una calle del centro de la ciudad y reconstruyen una fiesta de cumpleaños a la que ninguno de los dos asistió. Construida en relación con la estructura de El banquete de Platón, esta novela es una comedia genial sobre la memoria, el relato, el tiempo y la muerte.
  • La ocasión (1987). Con esta obra ganó el Premio Nadal: segunda novela ambientada en un tiempo pasado y desligada del marco principal de sus novelas, transcurre en la pampa argentina durante el siglo XIX y la protagoniza un extranjero de origen difuso que se dedica al mentalismo. Refutado por los positivistas en París, Burton quiere demostrar la inferioridad de la materia respecto del poder del espíritu. La historia de su posible locura, mezclada con su obsesión por una mujer (metáfora del fracaso de su teoría), se entrevera con la historia del nacimiento de una nación.
  • El río sin orillas: tratado imaginario (1991): inclasificable obra, mezcla de ensayo, historia y novela. Su único parangón en la literatura argentina es, quizás, el Facundo de Sarmiento.
  • Lo imborrable (1992): narrada por su personaje más famoso (Carlos Tomatis) esta novela es una suerte de monólogo lírico en el que se cuenta la salida de su protagonista a la vida luego de un largo período de depresión. Con el negro marco de la dictadura militar, la acción se desarrolla en 1981 y la novela constituye el cierre de una trilogía que comienza con La vuelta completa y continúa con Glosa (ambientadas las dos en el año 1961).
  • La pesquisa (1994): la novela policíaca de Saer, esta obra tuvo un cierto éxito de ventas. En realidad el relato es un falso policial, que sirve de excusa a los personajes habituales (que son quienes tejen la trama de enigma) para reflexionar sobre los mismos asuntos de siempre: la memoria, la locura, el tiempo, la muerte.
  • El concepto de ficción (1997): ensayos en los que Saer reflexiona sobre la obra de otros escritores, sobre nociones de crítica y teoría literaria y, más que nada, sobre su obsesión de siempre: la posibilidad de narrar.
  • Las nubes (1997): tercera y última novela desgajada de su proyecto narrativo principal. Un manuscrito encontrado por los personajes de La pesquisa encierra la historia de una odisea por la pampa argentina protagonizada por unos enfermos mentales conducidos por un grupo de psiquiatras. Es el motivo, reincidente en la literatura argentina y en todas las literaturas, del viaje, que siempre se alegoriza para hablar sobre otros temas, en este caso retomando los tópicos de la novela anterior.
  • La narración-objeto (1999): segundo libro de ensayos sobre literatura, este libro muestra que, en lo fundamental, el pensaminto de Saer no va a sufrir, a lo largo de su vida, de cambios importantes.
  • Lugar (2000): último libro de cuentos de Saer. Este texto hubiera abierto, quizás, una nueva brecha en su recorrido narrativo, puesto que se vuelve a formas más elementales del relato y se sale del estricto marco espacial que delimitaba la narrativa saeriana. Sobresale un relato pseudo policial que es una continuación de La pesquisa.
  • La grande (2005): la última novela de Saer es también la más extensa y ambiciosa. La acción transcurre a lo largo de una semana, día por día: el regreso del protagonista del cuento Algo se aproxima a la ciudad, su reencuentro con su pasado y la organización de un asado en el que convergen por última vez los personajes del universo saeriano, conforman la trama de la novela. Summa literaria que cierra su ciclo novelístico, a pesar de ser un texto inconcluso.
  • Trabajos (2005): excelentes artículos escritos para la prensa, con un formato breve y una gran condensación de ideas. Cierra el trabajo ensayístico de un escritor que, con mayor y con menor fortuna, se dedicó a opinar acerca de lo que más sabía: literatura.

Obras

Novelas[editar]

Cuentos[editar]

Poesía[editar]

  • El arte de narrar: poemas, 1960/1975 (1977)
  • El arte de narrar (1988)

Ensayos[editar]

  • El río sin orillas: tratado imaginario (1991)
  • El concepto de ficción (1997)
  • La narración-objeto (1999)
  • Trabajos (2005)
De: http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Saer

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